PLACEBO EMOCIONAL

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PLACEBO: Sustancia que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, produce algún efecto favorable en el enfermo, si este la recibe convencido de que esa sustancia posee realmente tal acción. Definición RAE

Mis amigos y amigas, empiezo con esta definición para que puedan comprender mejor el enfoque de este contenido.

Tenemos un largo camino por batallar contra esta pandemia, un enemigo invisible que se apoderó con astucia de nuestra mente y con ella, de nuestra voluntad.

Propiamente no he experimentado el virus, pero he vivido la ansiedad de poder contraerlo, he tenido taquicardias frecuentes, miedo y más.

He compartido el dolor de mis amigos al perder a sus seres queridos, tengo amigos hospitalizados en situación crítica, algunos inconscientes, otros a punto de rendirse por el dolor, porque me lo han escrito, pues no tienen fuerza para hablar.

Y ruego constantemente a Dios disemine su fortaleza a los que luchan cada segundo, conectándome más con su infinita misericordia.

Esto me ha permitido entender cuál es la finalidad de este temible mal que está cobrando la vida de muchos, desde niños hasta ancianos.

Teóricamente, el mal está suelto en plaza.

Sabe cómo actuar en cada uno, te conoce tanto que intercepta hasta tus células, si actúas con indiferencia podrías ser asintomático, si tienes miedo o cobijas angustias y rencores, podrías ser más vulnerable a la enfermedad.

El placebo emocional es tu lucha interior, es tu palabra de aliento para aquellos que están por rendirse, es tu fuerza de voluntad, tu esperanza, tu alguien que te espera en casa, la meta a la cual te debes aferrar.

¿Qué o quién te espera? Tus padres, tus hermanos, tu novia o novio, tus hijos, tus sobrinos, ¿Qué tengo pendiente o me gustaría hacer? Acabar mi carrera, decirle que la amas, que lo amas, viajar, escribir un libro, ¿Cuál es tu motivo?, tus proyectos por los que luchaste, tu casa, tu matrimonio, tu vida.

Si estas sintiéndote mal ahora, ¿sabes cómo te debes ver en 5 semanas?, te debes ver bien, riendo, haciendo lo que te gusta, compartiendo con quienes amas. Mírate así y que esta experiencia que atraviesas ahora sea un recuerdo, siente como si estuvieras abriendo la puerta de tu semana 5, cada nuevo día.

Si tienes un amigo o un familiar mal o deseas ayudar a un desconocido a levantarse de esta caída sin fin, dale ese placebo emocional, ese ¡Vas a estar bien!, devuélvele la confianza en sí mismo, háblale de su semana 5 en donde se encuentre, en casa o en un hospital, no llores frente a ella o él, sonríe y devuelve la esperanza, ese motivo.

Habrá batallas perdidas, pero caminos eternos en Dios iniciados.

Habrá recuperaciones maravillosas y con ellas nuevos estilos de vida, más valorada, de más FE.

Comparte ese mensaje placebo de motivación, la única diferencia entre el placebo como sustancia y el placebo como mensaje es que este último contiene todo tu deseo y tu fuerza interior.

Quién como Dios,

Nadie como Dios.

Y Después de Dios,

Nadie como María.

Y Después de María,

Nadie como San José.

Autora: Flor Llanos

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