¿Que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde?

Efectivamente, estuve conversando con mi hijo y me rezó esta frase así que me tocó corregirla, no amor, todos sabemos lo que tenemos; por eso es que luchamos para alcanzar esas metas; el problema está en que no sabemos valorar todo lo logrado y pensamos que estará eternamente a nuestro lado, sea a nuestros padres, nuestra familia, pareja, amigos, etc.

Asumimos que cuando logramos conquistar el corazón de los demás con detalles, atenciones, diversas expresiones de cariño, entre otros; entonces se quedarán por siempre al lado nuestro y sucede todo lo contrario, ¿por qué?

Porque dejamos enfriar la llama del amor, esa llama que debe avivarse día tras día con un, buenos días, cómo te fue hoy, estás bien, qué tal tu día, te quiero mucho, eres muy importante para mí, disfruto tu compañía y/o conversaciones, quisiera que estos minutos a tu lado sean eternos, entre otras expresiones.

Muchas veces cuando tenemos a nuestros padres vivos pero “no tenemos tiempo para ellos” o cuando nos casamos pensamos que los detalles son “cursilerías” entonces pasa el tiempo y cuando nos damos cuenta nuestros padres partieron a la presencia del Padre Todopoderoso y decimos sobre su féretro te amo mamá o papá, les hacemos misa mensualmente, llevamos flores al cementerio todas las semanas; o cuando nuestra pareja nos plantea la separación decimos por qué si somos “felices”, entre otras tantas incongruencias.

Si tienes la bendición de tener a tus padres a tu lado ámalos, demuéstrales cuánto te importan, diles que los amas y que la vida sin ellos será completamente diferente pues disfrutas su presencia; a tu pareja sigue enamorándolo día tras día, demuéstrale que es importante para ti, demuéstrense ambos que se preocupan el uno por el otro.