La alborada del Padre

Número de visitas: 795

Un padre de familia sentado en su escritorio, se pone a pensar en lo que estarán haciendo sus hijos en este momento, piensa en todo lo que hace por ellos para darle lo mejor, tienen sus dormitorios,  aunque compartidos, con todo lo básico para estar cómodos, nunca les falta el alimento a pesar que no todos los días comen lo que quisieran, tienen amigos, secretos, problemas propios de la edad, sueños, pero sobre todo mucho amor.

Algunos niños, adolescentes o jóvenes, no tienen a su Padre con ellos, tal vez no tuvieron la oportunidad de conocerlo, existen miles de circunstancias por lo que pudo ocurrir esto, lamentablemente la ausencia les ocasiona un vacío en el corazón, que el dinero u otra figura paterna no pueden llenar, porque ese vacío tiene un nombre propio, el de su padre.

Al margen de las circunstancias ¿crees que es importante la presencia del padre en la vida de sus hijos y en el hogar?, ¿Se pueden sustituir? ¿O acaso ya fueron tan venidos a menos, que da igual si están o no?

Talvez me puedas decir, por supuesto que es muy importante pues nadie lo puede reemplazar. Sin embargo otros  opinan que es mejor así, sin su presencia, total, el rol solo es hacer cosas y finalmente no aporta nada, ahora una familia solo es un grupo de personas, da igual como esté constituida, la familia nuclear ya paso de moda, es cosa del pasado. Otros dirán: no necesito un Padre porque mamá trabaja, el dinero alcanza, y eso es suficiente.

¿Acaso el Padre es solo un proveedor de dinero, cuál es la diferencia entre el sujeto y el objeto?

Estamos siendo el reflejo de una sociedad que pasa de la mujer víctima que debe ser emancipada de la opresión masculina (empoderada), al oscurecimiento y desprecio del varón, el cual va quedando en un segundo plano, con la idea errada de que su presencia no es importante, incluso hace un buen tiempo se viene oyendo de mujeres que quieren tener hijos, pero ellas solas,  “gracias” a la fecundación artificial.

Esta es la situación que estamos viviendo, se dice que estamos en una fase marcada por el eclipse del padre, que cómodamente se hace a un lado. Esta es la idea con la que van creciendo los hijos de estos tiempos en el mundo entero.

Actualmente vemos como el hombre trata de amoldarse al comportamiento femenino,  ya no sabe cuál es su lugar, qué le corresponde hacer, le reclaman porque no ama de la misma manera que lo hace la madre, esto les ocasiona inseguridad e incapacidad para relacionarse con naturalidad, por ejemplo: “No le grites, se va a traumar”, “no le llames la atención, pobrecito, “que no llore”, “no lo lances tan alto, se va a asustar”, “no le exijas, ya aprenderá”, etc. Tiene que hablar con mucho cuidado porque puede sonar muy rudo y ser visto como machista o violento, no puede tratar con delicadeza porque ella puede creer que la está considerando débil y por lo tanto se cree mejor, por otro lado se le exige una nueva masculinidad que sea light, casi femenina, para que los hijos no dañen su autoestima o no se sientan maltratados, se llega al punto de ver la masculinidad como sinónimo de incorrecto o de violento. Se confunde el verdadero concepto de masculinidad.

Los papás están tan venidos a menos que ayudan en casa en las labores o crianza de los hijos para premiar a su cónyuge que sale a buscar el incremento del sustento diario y no como una responsabilidad o compromiso que también le corresponde asumir, la madre ahora trabaja, ya no se necesita de otro proveedor, pero la importancia del padre no es hacer el papel de billetera, el papá no es solo un proveedor económico, es un proveedor de afecto, fuerza, seguridad y fortaleza, empuja a los hijos a enfrentar la vida, es un modelo de masculinidad, y tiene un diferente sentido de protección con respecto al de la madre, pues como ya lo hemos dicho no aman igual.

Entre otras cosas, el Padre también aporta autoridad, firmeza y disciplina, que repito, es muy diferente al de la madre, no es mejor ni peor, es diferente e insustituible y los hijos necesitan este contraste porque les ayuda a la formación de su identidad.

¡Ya es suficiente! no es posible, ni justo que por unos cuantos irresponsables, machistas o violentos (porque los hay y estamos totalmente en contra de estas actitudes) se les tache a todos los hombres de inútiles, ni son un estorbo, ni son un hijo más, son padres, esposos, que trabajan muy duro y además están deseosos de involucrarse en los trabajos propios de la casa y en el cuidado de los hijos, y no lo hacen porque se sienten obligados sino porque también son parte del hogar, el rol de padre no se mide en las cosas que hace, o por lo económico; lo que jamás nadie podrá reemplazar del papá es su presencia insustituible, porque los hijos son el fruto de un padre y una madre.

Al padre se le tiene que dar el verdadero reconocimiento y lugar que le pertenece, gracias a él, el hijo se desprende de la madre y mira hacia afuera, aprende de ambos, forma su personalidad gracias a ellos; cada uno con su forma de ser, que es muy diferente, va a aportar a la formación de sus hijos, y cuando hablo de hijos me refiero a varones y mujeres.

¡Padre! es tiempo de despertar no puedes permitir que rodeen a tus hijos de tíos, primos, abuelos u otras personas para compensar tu ausencia, no permitas ser desplazado o visto como si tuvieras poco valor, los tuyos te necesitan, no te disfraces, no te pongas caretas, ni te refugies en tu impotencia, no permitas que te metan en el mismo saco de los irresponsables, que efectivamente los hay, pero que no son la mayoría. Sé ejemplo, sé modelo y este mundo mejorará.

La escritora María Calvo quien se ha encargado de hacer un estudio sobre los padres destronados de su rol paterno, dice: “Que sean muchos más los hombres que exigen y hacen valer su derecho a ser padres…” y yo propongo que pasemos a la siguiente fase, a “La alborada del Padre” un renacimiento necesario por el bien de nuestra familia, nuestra sociedad y el mundo entero.

Autores: Luz Delgado/Pepe Paredes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *